miércoles, 21 de septiembre de 2011

UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

Menudos mordiscos, los de los dinosaurios coreanos


Los huesos de dinosaurios suelen tener marcar de dientes en su superficie, suelen ser pequeñas hendiduras que se interpretan como resultado de los mordiscos realizados por los predadores y/o por carroñeros. Hace unos años describimos un ejemplo bien bonito de la marca de un mordisco en una vértebra caudal de un hadrosaurido de la localidad de Arén (Huesca). Lo que acaba de publicar en la revista holandesa Paleo 3 son las marcas de mordiscos realizadas por dinosaurios terópodos sobre un saurópodo encontrado en Corea.

La gran parte de las marcas de mordiscos de terópodos encontradas en dinosaurios suelen ser puntuales y escasas en surcos. Esto viene a indicar un comportamiento de predador, más que de carroñero. Sin embargo, hay grupos de terópodos gigantes como los tiranosáuridos que para algunos autores serían carroñeros. Hay pocas evidencias en el registro fósil que nos den pistas sobre el comportamiento, y una de ellas es precisamente los marcas en forma de surco encontradas en los huesos. Para el investigador coreano In Sung Paik los grandes surcos encontrados en las vértebras caudales de un saurópodo del Cretácico Inferior de Corea que se ven en la fotografía, son una de esas evidencias.
Se trata de surcos profundos, de un tamaño similar y un patrón paralelo. Se trata de los surcos producidos por un mordisco más grandes que se han descrito en el registro fósil.

Para Paik y colaboradores es una evidencia que un terópodo carroñeo sobre la carcasa de un saurópodo muerto. Des esta manera se aprovechaba por completo de la materia blanda situada junto al hueso. Además de estas grandes marcas, los huesos tienen marcas de menor tamaño, lo que indica que terópodos de diferentes tamaños se aprovechaban de la misma carcasa, de una manera similar a como lo hacen los mamíferos carnívoros actuales.
La referencia completa es: Paik, I.S., Kim, H.Y., Lim, J.D., Lee, Y.I. 2011. Diverse tooth marks on an adult sauropod bone from the Early Cretaceous, Korea: implications in feeding behaviour of theropod dinosaurs. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 309, 342-346.

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